El cuidado de las tillandsias

En este artículo se presentan los cuidados generales de las tillandsias, o de las plantas del aire, como muchos las conocen.

La gran mayoría de las tillandsias son epífitas y se pueden disponer en diferentes soportes para emular a la propia naturaleza (madera, corcho, piedras…) o para innovar con ideas propias (espirales metálicas, viejos cuencos, conchas marinas…).

Hay casi 700 especies reconocidas de tillandsias, además de un gran número de híbridos y cultivares. Cuando damos criterios generales de cuidado no debemos olvidar que algunas plantas tienen particularidades especiales en cuanto a sus necesidades de riego y luz, aunque los consejos aquí expuestos son válidos para la gran mayoría de esta familia increíble de plantas.

Recordemos que las tillandsias no son plantas delicadas. Todo lo contrario, son relativamente resistentes, incluso algunas de ellas tienen una resistencia extraordinaria.

Para facilitar estos breves apuntes vamos a distinguir entre tillandsias verdes y grises, aunque (no me cansaré de repetirlo) se trata de una clasificación artificial que no recoge el rango de variedad que nos ofrece la naturaleza, desde el verde más oscuro de la T. Cyanea hasta el casi blanco de la T. Magnusiana. De hecho podemos encontrar otras clasificaciones más detalladas: Plantas grises con hojas fuertes y duras, plantas grises con hojas blancas, plantas verdes grisáceas, plantas de forma bulbosa, plantas verdes con hojas suaves…

Si partimos de que no vamos a necesitar tierra (en la gran mayoría de los casos), nos centraremos en tres aspectos: La luz, el agua y la temperatura (también un poquito de la fertilización).

ILUMINACIÓN

En realidad el binomio de luz y agua está relacionado, a mayor humedad ambiental la planta aceptará de buen grado más iluminación, incluso en el caso de las tillandsias grises el sol directo. Pero ojo con esta afirmación; yo vivo en Almería, y el sol directo en verano quema hasta los geranios. Así que todas las apreciaciones que se dan deben ser ponderadas por el lugar donde vives, el tamaño de la planta (a más grande más resistencia), y la ubicación (en el exterior o en el interior de la casa).

Lo ideal es el sol de la mañana, las 2 o 3 primeras horas, y después luz, luz y más luz indirecta.

¿Cómo saber si nuestra planta está cómoda?

Si hay exceso de sol las hojas se dañarán, y si hay falta de luz tendremos un crecimiento muy lento o anormal; principalmente falta de floración.

En general, las tillandsias grises quieren mucha luz y un poco de sol directo (cuanto más grises más sol), y las tillandsias verdes también quieren mucha luz, pero en este caso que sea indirecta; un poco de sol de la mañana también les encanta.

RIEGO

La primera regla de los cuidados es asegurarnos de aportar humedad a la planta. Puedes consultar el artículo sobre el riego de las tillandsias donde se explican algunos pormenores sobre el tema: Tillandsias: El riego . En el mismo artículo también tienes un enlace al vídeo relacionado del canal youtube.

En resumen regamos 1 o 2 veces a la semana en invierno y 3 o 4 veces a la semana en verano (menos frecuencia en las T. grises y más frecuencia en las T. verdes)

La norma general es la siguiente:

Es más fácil tener dificultades con las plantas por exceso de riego que por defecto. Y también es más fácil recuperar una planta por falta de riego, que recuperarla por exceso.

El agua ideal es agua de lluvia, pero como expongo en el artículo mencionado, es viable usar el agua de grifo (según donde vivas) y agua embotellada con baja mineralización; lo importante es que el agua sea blanda.

El sistema de rociar la planta es ideal porque emula a la propia naturaleza en algunos ecosistemas, como los bosques de niebla, las selvas húmedas o la propia humedad matutina de las zonas costeras.

Una parte importante del riego es facilitar el secado de la planta. Y para esto lo ideal es una buena circulación del aire; la brisa en una terraza en el exterior, o una ventana abierta después del riego facilita esta labor. En este sentido, las plantas grises y las de hojas muy finas, aprecian especialmente la circulación del aire.

TEMPERATURA

Podemos partir de un rango de temperaturas ideal, o de un rango de temperaturas límite.

El rango de temperatura ideal (ojo que siempre habrá alguna excepción) se podría establecer entre los 18ºC y los 27ºC. En este rango la planta estará especialmente cómoda, y si aportamos la humedad e iluminación adecuados, tendremos unas plantas espectaculares.

Pero las tillandsias son resistentes y aceptan una buena variación de temperatura, de hecho se harán más duras en la medida que se exponen gradualmente a al frío y al calor.

El rango de temperatura límite podríamos fijarlo entre los 8ºC y los 35ºC. A mayor temperatura más riego (para evitar deshidratación). Y en caso de frío por debajo de los 8ºC es interesante protegerlas de modo apropiado.

Hay casos especiales como el de la T. Bergeri, o el de la T. Aeranthos, que viven en España todo el año en el exterior (vertiente cantábrica y mediterránea norte), soportando temperaturas por debajo de 0ºC con éxito y formando colonias espectaculares.

FERTILIZACIÓN

Las tillandsias son plantas de crecimiento lento. Está aclimatadas a recibir pequeñas cantidades de nutrientes de la descomposición de hojas secas, de la acción de los insectos o de las aves que interactúan en su zona de influencia, o del agua de lluvia que arrastra partículas hacia sus tricomas.

Fertilizamos con una cantidad pequeña. Lo adecuado puede ser la medida para plantas delicadas, o una tercera parte de la indicada en el envase. En verano una vez cada 15 días, en invierno una vez al mes.

¡Un saludo, y feliz cultivo!